Arca de la Paz en un diluvio espiritual

17 de noviembre de 1848.

1. Ahora mirad bien y confiad únicamente en Mí. ¡Esto os los dice Aquel que os creó, redimió y santificó por Su Palabra y por Su Espíritu! –

2. Un diluvio espiritual está barriendo ahora la tierra, así como hubo uno material hace cuatro mil años terrestres en el tiempo de Noé. El primero mata la carne, y el segundo mata ambos, es decir, el alma y el cuerpo. Este diluvio mata al alma mediante el espíritu de la codicia de poder, que ahora, como las olas de agua de antaño, en parte brota del interior de la tierra y en parte del aire, es decir, sus espíritus malignos se derraman sobre la tierra y dañan a las almas que son fácilmente inundadas por el espíritu de la codicia de poder.

3. Y esta inundación es como un fuego, y es el mismo fuego por el cual está escrito que el mundo será juzgado por él una segunda vez en general. Pero si no queréis ser atrapados por esta terrible inundación de fuego, entonces permaneced firmes Conmigo y no juzguéis de un modo u otro, y tampoco digáis: Este o aquel - o este o aquel partido - o los grandes o los pequeños tienen razón; porque Yo os digo: Ahora bien, nadie tiene razón sino sólo aquel que no se inclina hacia adelante ni hacia atrás, sino que permanece completamente erguido y sólido como una roca Conmigo y Me deja todo solo a Mí. Lo que está por encima de eso, os lo digo abiertamente, es pecado.

4. Todo esto tenía que venir por causa de la Palabra de Dios, que es Mi Palabra, que Yo mismo, delante de Jerusalén, hablé sobre de Jerusalén y también, como sabéis, sobre el mundo entero.

5. Todavía sucederán grandes cosas, y veréis mucho mal y oiréis hablar de ello, y un pueblo condenará al otro. Un partido erigirá una horca para el otro; los que hasta hace poco se saludaban como amigos se traicionarán: el hijo al padre y el padre al hijo.

6. Mas si no juzgáis a nadie, sino que Me dejáis todo a Mí solo, entonces os encontraréis en Mi arca de paz, en la que nada malo de este tiempo os podrá alcanzar.

7. ¿Quién de vosotros cree que tiene el poder de efectuar algún cambio real en el mundo y conseguir que mejore? – Si juzga en contra de un partido – y este gana, ¿no vendrán a él y lo apresarán y le exigirán que rinda cuentas? Y si está a favor del otro partido, pero vence el primero, ¿no hará este otro también lo mismo con aquel que estaba en contra de él como lo hizo el otro? Por lo tanto, ya que Yo todavía no he determinado la victoria de ningún partido, excepto para aquellos que están conmigo, así que absteneos de cualquier alabanza, como también de cualquier acusación, porque no sabéis a quién alabar o culpar verdaderamente. Solo Yo sé esto y daré a cada uno según su obra.

8. Pero cuando un poder triunfe, obedezcan al mismo poder que triunfó; porque no sería poder si no fuera de Mí, porque solo Yo doy el poder y la impotencia. El poder triunfa y la impotencia sucumbe. ¿O no era Yo, cuando Pilato me juzgó, el único Señor del infinito como lo soy ahora y para siempre? – Si acepté el juicio de Pilato sobre Mí y no lo resistí, ya que después de todo era Mi propia piel, así tampoco vosotros murmuréis en vuestra seguridad por lo que está pasando ahora. Porque si ningún gorrión cae del techo sin Mi Voluntad y hasta se cuentan todos los cabellos de vuestra cabeza, ¿cómo se supone que estas cosas sucedan completamente sin Mi Voluntad? - Pero si esa es Mi Voluntad, es porque el mismo mundo lo quiso y aún lo quiere así, entonces también es Mi asunto la tarea de proteger a los que se aferran a Mí y Me lo dejan todo a Mí. ¿No sabéis que Mis consejos son inescrutables y Mis caminos insondables?

9. He aquí, envío aguaceros, relámpagos, truenos y granizadas sobre los habitantes mayoritariamente pacíficos de los Alpes, y las inundaciones les roban bueyes, vacas, ovejas y cabras, y sus chozas los arrastran al abismo, y sus trabajos laboriosos son devastados, mientras que ni un cabello se daña al rico ciudadano. Si quisieras juzgar según vuestros conceptos jurídicos, ¿cómo serían Mis acciones ante vuestros ojos? - Pero Yo juzgo y obro como es justo en la Verdad.

10. Si en algún lugar entre las montañas que son más puras quiere arrastrarse y meterse alguna peste de espíritus inmundos, entonces lavo a las montañas con los medios correctos y los Alpes vuelven a estar limpios. Pero el habitante rico de la ciudad, sin embargo, como no es un hijo de las alturas, obtiene mayormente allí su paga en medio de su bienestar imperturbable. Y el hombre que es de mejor índole también será lavado, quizás no por un aguacero, sino por otras diversas aguas, - porque nadie viene a Mi reino sin lavarse. –

11. No necesito volver a deciros detalladamente lo que va a pasar en el futuro cercano; porque todavía pueden pasar muchas cosas, como también muy pocas cosas; después de lo que suceda, la gente o se volverá hacia Mí o se apartará de Mí. – –

12. La espada ya ha tenido mucho que hacer y ha golpeado duramente; pero si los hombres continúan deambulando en la inundación del ansia de poder, entonces enviaré otro ángel, a saber, el ángel del hambre y, al mismo tiempo, el ángel de la peste. Estos maestros ciertamente enseñarán a la gente conceptos de justicia bastante diferentes de aquellos con los que ahora están animados.

13. Que vuestro lema sea: Dad al emperador lo que es suyo, pero sobre todo dad a Mí lo que es Mío, entonces obtendréis el mejor resultado con el mundo y Conmigo Mismo. Si bien el recaudador de impuestos no tenía ningún derecho de exigirnos un peaje a Pedro y a Mí, porque no éramos extranjeros, sino hijos nativos del pueblo de Dios. Pero así como Yo hice, siendo el Señor y Padre de todos vosotros, vosotros también haced lo mismo para que seáis verdaderamente Mis hijos en todo, amén. –

14.Esto os lo digo Yo como vuestro Padre lleno de Sabiduría y de Amor. Amén, amén, amén. – –

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